Los pintores de la «academia imperial» que sirvieron a la corte del Dinastía Song del Sur (1127-1279) desarrollaron un estilo en el que la pincelada fina, la composición pulcra y los colores vibrantes acentúan conjuntamente un estado de ánimo majestuoso y sereno que no solo agradó a los gobernantes sino que también fue seguido por los artistas de las generaciones futuras.

Hoy en día en Hangzhou, la capital provincial de Zhejiang y antigua sede imperial de la Dinastía Song del Sur, los hermosos paisajes y la rica atmósfera cultural han seguido inspirando a los artistas, mientras que sus obras ya no son exclusivas sino que satisfacen las necesidades de la gente.

Docenas de obras de este tipo de artistas de la Academia de Bellas Artes de Zhejiang se exhiben ahora en la galería de la Federación China de Círculos Literarios y Artísticos en Beijing.

La muestra, repasa el desarrollo de la academia durante las últimas cuatro décadas: cómo la institución y sus artistas han representado el progreso en muchos aspectos del país y la mentalidad de su gente a lo largo del tiempo, lo que acompaña la reforma del arte de la tinta china para abordar las necesidades estéticas del público en circunstancias sociales en constante cambio.